Un niño que se aburre en su cuarto, inspirado por las figuras blancas y negras de un ajedrez, comienza a jugar
narrando una historia.
En ella habrá odio, amor, luchas, sexo, venganza y muerte, pero contado desde la curiosidad, inocencia y oscuridad
de un niño. Todo sale de la imaginación de El Principito, quien juega con sus personajes inventados haciéndose partícipe de la historia y siendo quien decida y mande en todo momento.
A través de estos complejos personajes y la completa historia, el niño indagará en las relaciones adultas, en los
comportamientos de sus protagonistas, en algunos momentos cortando por lo sano, en ocasiones avivando el resentimiento, y en otras dejándose
llevar…
Es una versión diferente de la obra de Romeo y Julieta, modernizada, con personajes adaptados, música y bailes,
fiestas, peleas y sexo. Aire, fuego, tierra y agua son los cuatro elementos que personifican a estos personajes y que también estarán presentes en
el montaje.
Esta ilusión, que es casi como un sueño, envolverá al público en una visión de la obra divertida, realista y un poco
infantil sin dejar de lado el tema principal: el amor y lo que cada uno está dispuesto a hacer por él.