Italia.

Una pareja. Seis actores.

Deseo de violación en una especie de pesadilla.

Una noche de 1967.

 

1967 son las diferentes etapas de una pareja. Siempre será la misma pareja pero interpretada por actores diferentes. Es una relación tóxica: una parte es la dominante y la otra parte quiere ser dominada.

A través de las imágenes, el cuerpo, la palabra, canciones populares italianas... quien posee es inocente y quien es poseído culpable.

El texto del montaje está compuesto por fragmentos de las obras Orgía (P. P. Pasolini) y Woyzeck (G. Büchner).

Orgía es la obra más dura del teatro de Pasolini. Nos habla de la vida de una pareja que no ha tenido más remedio que llegar hasta la muerte por las circunstancias vividas. La dualidad del BIEN/MAL está siempre presente. Obra muy poética y también polémica. Fue escrita en 1967, lo que nos llevó al título de la obra.

Pasolini fue escritor, poeta y director de cine italiano. Artista cuya obra participa, a la vez, de su debilidad y de su fuerza. Averiguó por sí mismo que el puro entretenimiento era un crimen contra el dolor acumulado.

En el caso de Woyzeck en lo que más nos centramos es en la animalización del ser humano. Büchner se basó en una noticia del periódico: un barbero llamado Woyzeck había matado a su mujer, al parecer “impulsado por unas voces subterráneas”. Este hombre fue conducido al patíbulo.


ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN Iván Ruiz Céspedes INTÉRPRETES Susana Rodríguez / Rafael Ordóñez / Roberto Ruiz / Enrique Uhalte / Francisco Valcarce / Gabriela Pulgar ESCENOGRAFÍA Endi Esteban VESTUARIO El Rodeo MAQUILLAJE Susana Rodríguez DISEÑO DE LUCES Iris Rico GÉNERO Teatro contemporáneo para público adulto DURACIÓN 50 minutos FECHA DE ESTRENO Octubre de 2013


  • Visualmente la obra convence; arriesga y tiene su recompensa. Consigue ser efectiva en la forma y el estilo.

(Estrella Savirón. A golpe de efecto. Leer crítica completa aquí)

 

  • Frescura y una puesta en escena plástica y sencilla, al servicio de seis actores que representan el concepto masculino y femenino, en una noche de encuentros pasionales y de roles de poder sexual

(Coral Igualador. Revista Tarántula. Leer crítica completa aquí)